Descubriendo a tu monstruo

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Hi. She’s the monster; I’m the robot.

Vivimos en un mundo en el que las líneas de la ficción y lo real se encuentran constantemente redefiniéndose, lo monstruos que antes nos aterraban parecen inofensivos a comparación de los sucesos de nuestra día a día, se quedan cortos ante nuestras propias acciones, la pregunta a la que nos enfrentamos ahora es ¿en qué tipo de monstruo nos hemos convertido?

Nacho Vigalondo escribe y dirige Colossal, una cinta que apuesta por una mezcla peculiar de géneros y por una historia tan poco convencional como creíble, pero de alguna extraña manera el director español logra convencernos desde el inicio y nos convierte en creyentes de la ridícula (en el mejor de los sentidos posible) premisa que nos presenta.

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Gloria (Anne Hathaway) es una escritora en decadencia que tiene problemas con el alcohol, situación que la ha llevado a tener problemas con su novio y eventualmente a una separación temporal de él. Sin lugar para vivir Gloria se ve forzada a regresar a su pueblo natal en el que se encontrará casi de inmediato con Oscar (Jason Sudeikis), un viejo compañero de la infancia, quien le ofrecerá una mano cuando más lo necesita.

La vida de la protagonista tomará un giro radical cuando descubra que al estar en un parque a las 08:05 a.m. se convierte en un monstruo que ataca la ciudad de Seúl, así como lo leen, la mujer que usualmente llega a ese lugar borracha se convierte en un kaiju gigante que se comporta justamente como ella y destruye todo a su paso. Este es solamente el primer intenso y fantástico giro que toma la cinta y les juro que su inclusión parece de lo más normal cuando se está viendo la película.

Vigalondo es un experto al momento de incluir elementos fantásticos a intensos dramas y esa se convierte en la mejor virtud de su nuevo filme. El guión del español nos brinda elementos que nos permiten internarnos en la mente de Gloria, vemos el desastre que es su vida y las consecuencias de sus malas decisiones, observamos a todos los que la rodean y percibimos el impacto de sus acciones en la vida de la mujer.

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Con un uso moderado (pero efectivo) de efectos especiales (posiblemente debido al presupuesto) el director logra dimensiona en la mente del espectador las implicaciones que tiene la presencia de un kaiju en una ciudad y las batallas que presenciamos con el monstruo son verdaderamente emocionantes.

Anne Hathaway es la dueña del espectáculo, la actriz ofrece sin duda una de sus mejores actuaciones al mostrarnos a su conflictivo y conflictuado personaje. Hathaway es soberbia al mostrar una inmadura Gloria que pasa los días de fiesta en fiesta, pero su verdadero triunfo recae en mostrarnos la evolución y la compasión de su personaje, el aplomo con el que enfrenta el cambio es tan aplastante como el monstruo que conjura cada mañana en estado de ebriedad.

La parte más débil de Colossal yace en el pobre desarrollo de los personajes secundarios, la cinta se concentra en dibujar a Gloria de una manera excepcional y se olvida que hay otros que la rodean, dichos individuos son un racimo de oportunidades desaprovechadas que hubieran brindado al relato más fuerza de la que posee su corte definitivo.

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La visión femenina que nos ofrece Vigalondo es intensa e íntima (sorprende que sea un hombre el que la otorgue), su cinta es un verdadero manifiesto que da una poderosa voz a una mujer en su paso por ajustar cuentas con los chicos de su vida y por poner en orden los abusos que ha sufrido en su vida. El director conjuga de manera brutal lo terrenal y lo fantástico haciéndonos ver muchas veces los monstruos más aterradores son aquellos a los que saludamos todos los días y que el daño que pueden llegar a causar es todavía más colosal que el que un kaiju puede hacer en una ciudad.

Colossal nos invita a descubrir nuestro propio monstruo y a desenmascarar al de los demás, la condición humana se encuentra llena de defectos, pero son las decisiones que tomamos y las acciones que realizamos las que verdaderamente nos definen. El discurso camina entre la seriedad y lo ridículo con una facilidad brillante, lo irónico es que es demasiado parecido a la realidad.